Las psitácidas

Lo que tienes que saber sobre el picaje o la ingesta de plumas en psitácidas 

El trastorno de las aves, conocido como picaje, corresponde a una anomalía del comportamiento en la que las aves cortan, arrancan o mastican sus propias plumas, con o sin automutilación de la piel o el músculo. 

Es más frecuente en psitácidas mantenidas en cautividad, sobre todo cacatúas y loros grises africanos, especialmente si han sufrido una ruptura brusca de sus vínculos sociales, como es el caso de loros que han sido realojados o provienen de otros propietarios o de protectoras. 

Tiene diferentes orígenes y en el diagnóstico hay que descartar numerosas causas médicas, ambientales y de comportamiento. La solución al problema es compleja y frustrante, tanto para el veterinario como para el dueño. Además, las psitácidas no son pacientes fáciles de medicar y el hecho de manipularlas o forzarlas puede dañar la relación del animal con su cuidador. 

Las psitácidas

A continuación, te indicamos lo más esencial que debes conocer de estas especies y los puntos esenciales que hay que cuidar para PREVENIR y tratar esta enfermedad. 

Las psitácidas son criaturas sociales 

Necesitan interactuar con el grupo y, en su defecto, con la familia con la que vive. Tienen una gran inteligencia y una alta demanda de atención. Debes tener en cuenta la gran cantidad de tiempo y esfuerzo que vas a tener que dedicarle, si decides tener un animal de esta especie como mascota. 

Las psitácidas se aburren 

Debido a su gran inteligencia, necesitan tener oportunidades para aprender y tomar decisiones propias. En la naturaleza, la mayor parte de su tiempo lo emplean en buscar y seleccionar su alimento y en evitar a sus depredadores. En cautividad, si no tienen estas ocupaciones se aburren y, con mucha frecuencia, desarrollan trastornos de conducta como el picaje psicogénico u otros trastornos compulsivos. 

Cuáles son los principales aspectos que debes cuidar 

SU HÁBITAT

  • El loro debe disponer de dos jaulas y un parque de juegos

Las psitácidas

Las jaulas deben ser rectangulares, más anchas que altas, elevadas del suelo y con rejilla en la parte inferior para los desechos, de tamaño suficiente para que no rocen las alas ni la cola. No deben ser circulares, puesto que no le proporcionan puntos de referencia ni le permiten esconderse. Debes vigilar que no estén oxidadas o deterioradas puesto que el ave puede ingerir fragmentos, una causa frecuente de intoxicaciones en estos animales. 

Necesitarán dos jaulas: una de ellas será para el día y la otra para el descanso (a mediodía y por la noche). 

  • La jaula de día debe estar situada en un lugar donde pueda interactuar con la familia, tenga suficiente distracción, pero no sea un lugar bullicioso que le pueda estresar. 
  • La jaula de descanso debe estar en un lugar oscuro y tranquilo, sin sobresaltos que lo despierten o lo hagan permanecer alerta. Ten en cuenta que las psitácidas necesitan descansar unas 10-11 horas al día. Tampoco debes cubrir esta jaula con paños, puesto que le hará sentirse inseguro. 

El JUEGO

  • El parque de juegos le permitirá hacer ejercicio todos los días: subir, bajar, trepar y batir las alas. Utiliza recipientes con alimentos en los extremos para que le estimule buscarlos. Esto mantendrá unas articulaciones sanas y un buen tono muscular. 
  • Las perchas deben tener un grosor adecuado al tamaño de sus patas y una superficie rugosa para favorecer el agarre y evitar presión excesiva en las almohadillas, al igual que las cuerdas que las conectan. 
  • Aprovecharemos este parque para hacer entrenamientos, al menos, una o dos veces al día. Elige su alimento preferido como recompensa. “Sube”, “baja” y “ahí”, son las órdenes básicas que debes enseñarle. Más adelante, le enseñarás trucos como señalar objetos, traer juguetes, darse la vuelta, etc. 
  • Este entrenamiento estimula su inteligencia y establece una relación entrenador-alumno, mucho más saludable que el de una pareja sentimental. Posarlo sobre nuestro hombro y acariciarlo establece esta relación sentimental que acabará frustrando a tu mascota, puesto que el objetivo final sería la procreación. 
  • Enseña también a tu mascota a jugar sola. Existen multitud de juguetes para psitácidas; muchos puedes fabricarlos tú mismo (encontrarás muchas ideas en Internet). Ve rotándolos, para que no se aburra. 
  • Y no olvides la necesidad de tomar luz solar directa durante varias horas al día. Un árbol de Java le permitirá asolarse y asimilar la vitamina D que necesita. 

SU ALIMENTACIÓN 

  • Cada especie necesita una alimentación diferente. Elige un pienso de alta calidad específico  y ofrece diariamente uno o dos tipos de fruta
  • No dejes la comida todo el día en el comedero. Obliga a tu mascota a buscarla (esto se denomina “ramoneo”): colócala en una base de serrín o grit, escóndela en cuencos o juguetes, ofrécesela envuelta como un caramelo o pinchada en una brocheta, haz macedonias cada día de tamaños y/o frutas diferentes … Sorpréndela para estimular su imaginación. 
  • Ofrece sólo la cantidad que se come y una o dos variedades de fruta, dos o tres veces al día. El exceso de alimentación fomenta la obesidad y estimula el celo y la hiperactividad. Tampoco lo hagas siempre a la misma hora del día; recuerda que debes sorprenderla. 
  • Para enseñar una correcta alimentación a un loro mal educado, ofrece primero la macedonia, después el pienso y, en último lugar, los frutos secos que más le gusten. 

El CUIDADO DE LAS PLUMAS. 

  • El método de crianza tiene una importancia crucial para el aprendizaje de las conductas propias de su especie y la prevención del hiperapego. El acicalado de las plumas es una de las conductas que se aprenden de pollito
  • Son esenciales los baños diarios. Pulveriza con agua limpia y fresca, sin productos comerciales, de forma suave, dirigiendo el chorro hacia arriba o hacia el lado, nunca hacia el pico, evitando asustarlo, a modo de rocío. Aprovecha el tiempo en que el ave está fuera de la jaula, compartiendo su tiempo con ella. 
  • Ofrece objetos que el loro pueda acicalar: cepillos de cerdas naturales, plumeros o un borlón de esparto; así se entretiene acicalando estos objetos, sin hacerse daño en sus plumas. Esta actividad le relaja y fomenta la interacción social. 
  • Tampoco olvides que jaulas demasiado pequeñas provocarán roces y microtraumas en las plumas que pueden ser muy dolorosas y propiciar el inicio del picaje. 

Para cualquier duda o consulta, puedes ponerte en contacto con nuestra clínica veterinaria en Pozoblanco ¡Llámanos estaremos encantados de atenderte!

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