cómo gestionar el miedo a los petardos en tu mascota 

Desde la Clínica Veterinaria Pozoblanco te contamos cómo gestionar el miedo a los petardos en tu mascota

 El miedo a los ruidos es un problema relativamente frecuente en perros y un motivo de consulta bastante común en estas fechas. 

Aunque tiene cierto componente genético y hay algunas razas predispuestas, las causas principales  son una falta de exposición a ruidos durante el período de socialización (antes de las 12-16 semanas de edad) o una experiencia traumática durante este proceso. 

Los signos de MIEDO suelen ser jadeos, temblores, salivación excesiva e intentos de esconderse o de escapar. 

Un miedo mal gestionado puede derivar en una FOBIA, que es una respuesta exagerada en proporción  a la intensidad del estímulo, e  incluyen taquicardia, comportamientos destructivos o autolesiones. 

En este artículo, en CV Pozoblanco queremos ayudarte a gestionar las situaciones de miedo y enseñarte cómo debes actuar para evitar que derive en una fobia. 

En primer lugar, debes estar pendiente de las situaciones en que tu mascota presenta signos de ansiedad: inmovilidad, inquietud, deambulación, caminar en círculos, cambios de apetito o búsqueda de contacto con personas o con otros perros, entre otros, pueden ser los signos de que tu animal presiente algún peligro, sea real o imaginario. Sólo un tercio de los propietarios que detectan estos síntomas acuden a un veterinario. Ten en cuenta que la ansiedad es la antesala del miedo y de las fobias, que nunca van a menos y que mientras antes la trates, mayor bienestar tendrá tu mascota y más fácil será la recuperación. Por tanto, acude cuanto antes a un veterinario formado en etología canina. 

En segundo lugar, toma nota de lo que nunca debes hacer cuando tu perro sienta miedo: 

  • No lo obligues a aguantar la situación, pensando que así se acostumbrará. Esto es bastante peligroso porque aumentará el miedo e, incluso, puede provocar una respuesta agresiva al no poder evitar el estímulo. 
  • No lo cojas en brazos, lo acaricies o intentes tranquilizarlo. Esto también refuerza la conducta de miedo puesto que la estás recompensando. 
  • No lo metas en su transportín para evitar que escape o destroce cosas; esto podría hacer que se autolesionara y aumenta muchísimo su sensación de miedo. 
  • No lo castigues. Él no puede controlar la situación y si le regañas aumentarás su sensación de inseguridad y de miedo. 
  • No lo obligues a salir de su escondite. Él ha escogido ese sitio porque se siente más seguro en él. 

Entonces, ¿qué debo hacer? 

  • Cuando tu perro empiece a mostrar signos de ansiedad o sepas que va a empezar a mostrarlos, llévalo a una habitación lo más alejada posible del ruido y cierra puertas y ventanas para amortiguarlo, en la medida de lo posible.  
  • Pon algo de música, la radio o la TV para enmascarar los ruidos a los que vaya a estar expuesto. 
  • Intenta buscar una actividad que le guste y lo mantenga entretenido. Jugar con él, darle su juguete favorito o un dispensador de premios, son algunas opciones. 
  • Muéstrate tranquilo e indiferente a la situación, como si no ocurriera nada. De esta forma él verá que tú ignoras el ruido y que no estás nervioso. 
  • Si se ha escondido, muéstrate indiferente y mantén la calma. Deja que salga solo y prémialo cuando esté tranquilo. 
  • Si tienes que sacarlo a la calle mientras haya ruidos, asegúrate que la correa está bien sujeta, para evitar que se escape, y llévalo a zonas lo más tranquilas posible. 
  • Pide cita a un veterinario especializado en etología para implementar el tratamiento más adecuado para tu mascota. Recuerda que el miedo genera ansiedad y deriva en fobias. Estas enfermedades mentales hacen sufrir a tu animal y deterioran la relación con la familia y siempre van a peor. Busca ayuda ¡YA! 

¿En qué consiste el tratamiento del miedo a los ruidos? 

En primer lugar, tu veterinario necesitará hacer un diagnóstico correcto de lo que le ocurre a tu mascota. Para ello, te preguntará e investigará todos los signos clínicos que presenta. Después, realizará un examen físico y neurológico del animal, para descartar causas orgánicas; puede que te recomiende hacer algunas analíticas u otras pruebas para estar seguros. 

Descartadas las causas físicas y otros trastornos de conducta con los que se puede confundir el miedo o fobia a los ruidos, el veterinario te enseñará a mejorar las habilidades para enfrentaros a situaciones críticas mediante un programa de reducción de estrés y la inducción de cambios de comportamiento. 

Este tratamiento tiene dos vertientes: 

  • A corto plazo, cuando el peligro es inminente: el objetivo es aliviar los síntomas. 
  • A largo plazo, para trabajar futuras exposiciones a ruidos. 

Igual que en personas, el tratamiento se basa en técnicas de modificación de conducta; en algunos casos, puede ser necesaria la administración de ciertos psicofármacos. En casos severos, tu veterinario puede remitir el caso a un especialista (etólogo veterinario). 

Para empezar, debes empezar a trabajar YA en crear un espacio seguro para tu mascota. Te dejamos enlace a un estupendo vídeo explicativo creado por el prestigioso etólogo Jaume Fatjó. 

Además, tu veterinario puede recomendarte suplementos nutricionales que aportarán tranquilidad a tu mascota en estas fechas; los hay en forma de pastillas, difusores, collares y alimentos especiales. Para el momento crítico, también puede recetarte la medicación más apropiada para tu animal. Puedes consultarnos, sin compromiso. 

Y para terminar, una advertencia: las técnicas de contracondicionamiento, que consisten en exponer al animal a intensidades crecientes de lo que le provoca el miedo, en el caso de la fobia a ruidos es una técnica muy arriesgada, que puede empeorar el problema, y siempre tiene que ser realizada por especialistas. 

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