Los premios o snacks para perros: beneficios y efectos negativos

Los premios o snacks para perros: beneficios y efectos negativos

En los últimos años, los snacks para perros han evolucionado desde simples golosinas a productos funcionales que prometen beneficios para la salud.

Sin embargo, su creciente popularidad genera preguntas sobre sus ventajas reales y los posibles riesgos para la salud canina que puede conllevar su uso.

Los snacks para perros se han convertido en algo más que una golosina ocasional. Para muchos dueños de mascotas, es una parte fundamental del día a día.

La evolución desde simples galletas con sabor a carne hasta sus beneficios funcionales para la salud es reflejo de la evolución en el cuidado animal. Ejemplos son la innovación de la salud dental, reducción del estrés, antioxidantes para combatir el envejecimiento celular o probióticos para mejorar la salud digestiva.

Sin embargo, es necesario utilizarlos de manera informada y responsable, pues no están exentos de riesgos.

¿Cuáles son los beneficios de dar golosinas a mi perro?

Más allá del placer de masticarlos, los snacks ofrecen beneficios prácticos.

Entre ellos, destacan:

Refuerzo positivo en el adiestramiento. Desde enseñar a obedecer órdenes básicas hasta conductas más complejas, el uso de premios durante las sesiones de entrenamiento ayudan a los perros a aprender más rápido y con menos estrés.

Vínculo afectivo. Posiblemente el motivo principal por el que los tutores dan premios a sus mascotas es la relación afectiva que se crea entre la persona y el animal. Es un momento especial del día en el que ambos se demuestran su cariño y esta relación se retroalimenta.

Salud oral. Aunque nada sustituye el cepillado regular, pueden ser un buen complemento o alternativa para los propietarios que tienen dificultades para mantener una rutina de higiene oral estricta. Sin embargo, no vale cualquier premio dental; la SEOVE (Sociedad Española de Odontología Veterinaria) publica un listado de productos que han demostrado científicamente que pueden tener cierta eficacia en el control de la placa dental.

Beneficios funcionales para la salud, como los snacks que contienen ingredientes naturales con propiedades antiinflamatorias o calmantes, útiles en perros con ansiedad o estrés crónico; prebióticos y probióticos, para mejorar la función digestiva y reforzar el sistema inmunitario; cannabidiol, de interés en el manejo del dolor crónico y la ansiedad.

¿Qué efectos negativos puede tener el uso de snacks?

A pesar de los beneficios, el uso inadecuado o excesivo de snacks puede suponer ciertos riesgos.

Contribución al sobrepeso y la obesidad. Una sola galleta puede contener entre 21 y 33 Kcal, lo que representa una cantidad significativa para perros pequeños o con un nivel de actividad reducida. Si no se ajusta la ingesta calórica, el consumo de snacks contribuye a desarrollar sobrepeso, condición que afecta a más del 50 % de perros domésticos y que predispone a graves problemas de salud, como la diabetes, la hipertensión y la osteoartrosis.

Composición de calidad variable. Algunos snacks contienen azúcares añadidos, conservantes artificiales y colorantes, que pueden ser perjudiciales a largo plazo. Un ejemplo son algunos snacks para higiene dental que contienen gran cantidad de sacarosa, azúcar que, aparte de predisponer a la obesidad, es perjudicial para los dientes, a pesar de estar indicados para su  higiene. Otros pueden ocasionar problemas digestivos por su alto contenido en grasa o su baja digestibilidad.

Riesgos físicos, sobre todo con algunos snacks duros, como los huesos de cuero, que pueden causar fracturas dentales y obstrucciones intestinales, si se ingieren fragmentos relativamente grandes.

¿Cómo puedo saber el tipo y la cantidad de snacks que puedo dar a mi perro?

El veterinario es clave en la educación del propietario.

Éste puede ayudar a elegir productos de alta calidad y a adaptarlos a las necesidades específicas de cada mascota, calcular sus necesidades calóricas diarias, así como ayudar a interpretar las etiquetas nutricionales, que suelen resultar confusas para el consumidor.

La moderación y la selección informada son las claves del éxito.

Algunos consejos prácticos:

Considerar el tamaño y el nivel de actividad del perro. Ajustar la cantidad y tipo de snacks a las necesidades calóricas diarias de cada animal.

Revisar las etiquetas nutricionales. Optar por productos que contengan ingredientes naturales y evitar los azúcares añadidos y conservantes artificiales.

-Incorporar snacks en una dieta equilibrada, siempre que no represente más del 10% de la ingesta calórica diaria total.

Supervisar el consumo, sobre todo en el caso de snacks duros o masticables.

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