La otitis y las principales enfermedades en el oído de los perros

La otitis y las principales enfermedades en el oído de los perros

El término “otitis” significa inflamación o infección de uno u ambos oídos. Con frecuencia, cometemos un error al comparar nuestros oídos con los oídos de nuestros perros. Tanto la anatomía como las enfermedades que afectan a los oídos de nuestras mascotas son totalmente diferentes de las que nos afectan a las personas.

Pero conozcamos un poco más de esta parte de su anatomía.

Cómo son los oídos de los perros

El oído del perro, al igual que el de las personas, consta de tres partes:

Conducto auditivo externo: va desde la oreja hasta el tímpano.

Tímpano: es una membrana fibrosa que separa la parte exterior de la interior del oído y que vibra con los sonidos.

Oído interno: formado por una cadena de huesecillos que transmiten esas vibraciones hacia la bulla timpánica, que es una cavidad hueca, en el interior del cráneo, que actúa como caja de resonancia y transmite la información al cerebro a través del nervio auditivo.

Cuáles son las principales diferencias con los oídos humanos

Pabellón auricular de mayor tamaño, para captar los sonidos con más facilidad. Está formado por dos cartílagos estrechamente unidos, protegiendo, en su interior, a la arteria auricular. Las venas auriculares discurren por los bordes de la parte externa, la cara con más pelo.

Canal auricular externo muy largo, en forma de L. Las ramas de esta “ele” se llaman conducto vertical (desde la entrada al ángulo) y conducto horizontal (desde el ángulo hasta el tímpano).

-El ángulo que se forma entre el conducto vertical y el horizontal, según la raza, puede llegar a ser de 90º. Esto dificulta la visión de la parte más profunda, así como la salida de cerumen, secreciones, agua o cuerpos extraños que hayan podido entrar en el canal auditivo.

-El epitelio que recubre estos conductos es igual al de la piel.

El veterinario especialista del oído NO ES el otorrino

Cuando padecemos de dolor o picor de oídos, el médico especialista en personas es el otorrinolaringólogo. Esto es debido a que el epitelio que recubre nuestro oído es similar al de la garganta (faringe).

Además, cuando tenemos una infección en la garganta, es frecuente que pasen bacterias a los oídos a través de las coanas. Las coanas son unos pequeños orificios que comunican la faringe con los conductos auditivos y sirven para equilibrar presiones. Así, por ejemplo, cuando tenemos sensación de oídos atronados, si soplamos fuerte con la nariz tapada, estos orificios se abren y dejan escapar una pequeña cantidad de aire, que es la que provoca esa sensación.

Por el contrario, como el interior de los conductos auditivos de los perros es continuación de la piel, el especialista de oídos en veterinaria es el DERMATÓLOGO.

Cuáles son las principales enfermedades que afectan a los oídos de los perros

Para saber la causa de la otitis en un perro es necesario realizar una exploración minuciosa de la oreja, el canal vertical, el horizontal y el tímpano.

Es imprescindible, también, realizar una citología. Esto consiste en tomar una muestra de las paredes del oído afectado para mirarlo al microscopio y ver el tipo de células y si existen bacterias, levaduras o parásitos.

Una causa frecuente de otitis es la presencia de cuerpos extraños, sobre todo pajas o espigas, que pueden provocar inflamación, acumulación de cerumen, infección por bacterias e, incluso, rotura de la membrana timpánica. Es imprescindible la extracción de todos los cuerpos extraños, sin dañar el tímpano, y realizar un lavado aséptico del mismo. Esto puede ser doloroso y, en ocasiones, necesita sedar al animal para realizarlo correctamente y sin riesgos.

Otra causa frecuente de otitis son los otodectes. Estos son unos pequeños parásitos que producen picor y una acumulación excesiva de cerumen de color oscuro, parecido a posos de café. En estos casos, es necesario realizar lavados de oídos con productos ceruminolíticos adecuados y un correcto tratamiento acaricida de todos los animales que vivan juntos durante, al menos, tres meses, para que no se reproduzca la infestación.

Sin embargo, la causa más frecuente de otitis en perros son las alergias, tanto ambientales, como intolerancia a alimentos. En estos casos puede estar afectado sólo un oído, el picor es el principal síntoma y se cronifica en el tiempo, produciendo un estrechamiento del conducto.

Contrariamente a lo que solemos creer, las infecciones por bacterias no son frecuentes en perros y, cuando se dan, son siempre secundarias a otra causa que rompe el equilibrio de los microorganismos normales (microbiota), como son el uso de antibióticos y algunas enfermedades endocrinas, como el hipotiroidismo.

En estos casos, es indispensable el manejo de forma crónica de la enfermedad que provoca la otitis para poder controlarla de forma efectiva. El uso repetido de gotas con antibióticos y corticoides sólo ayuda a cronificar más la otitis, puesto que altera la microbiota normal del oído y selecciona bacterias resistentes que complican la enfermedad.

Y no hay que olvidar que las personas que viven con el animal están expuestos a esos antibióticos y a esas bacterias resistentes, pudiendo causar enfermedad en las personas.

Por tanto, nunca automediques a tu perro si tiene otitis. No uses tratamientos que te hayan sobrado de otras ocasiones, aunque los síntomas parezcan los mismos, y acude a tu veterinario para que realice una exploración adecuada y una citología de sus oídos.

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