Las espigas en perros

El peligro de las espigas en perros: Todo lo que debes saber

Las espigas del campo son la causa de un gran número de consultas en esta fecha del año. Hoy queremos hablaros de las situaciones más frecuentes que nos encontramos en la clínica y mostraros algunos de los casos complicados que nos encontramos todos los años y que suponen un verdadero quebradero de cabeza para dueños y veterinarios y nuestras pobres mascotas que lo padecen.

¿Qué son las espigas?

Muchas plantas herbáceas, de la familia de las gramíneas silvestres, producen semillas adaptadas para dispersarse a través del viento y del pelaje de los animales.

En muchos lugares se conocen vulgarmente como zaragüelles o saetas, nombre muy apropiado para imaginar cómo se comportan. Disponen de un extremo puntiagudo y duro, diseñado para clavarse en el suelo, y unas barbas que le permiten volar y engancharse con facilidad al pelaje de los animales o ropa de personas y que favorecen el avance siempre hacia adelante.

¿Cómo se exponen nuestros perros a las espigas?

Hay muchas formas en que las espigas pueden penetrar en el cuerpo de nuestro perro.

Al pasear o correr por el campo, es frecuente que una o varias espigas entren en los ojos y oídos, se claven entre los dedos de las patas o queden enganchados en su pelaje.

Al acostarse, las espigas pueden clavarse en la piel.

Al orinar, es fácil que penetren por la vulva o el prepucio.

Al olfatear, es frecuente que las inhalen.

¿Qué ocurre si una espiga entra en el oído de un perro?

Tanto si el perro tiene orejas erguidas y pelo corto como si son péndulas y de pelo largo, los oídos son el lugar más habitual donde encontramos espigas.

El animal se sacude la cabeza al notar la molestia y esto hace que la espiga penetre más profunda, puesto que, por su forma, nunca irá hacia atrás.

Si imaginamos el oído como un embudo con dos conductos en forma de L, sabremos por qué es imprescindible que un veterinario los explore con un otoscopio para comprobar si esas molestias son debidas a que les haya entrado alguna espiga.

Las molestias se manifiestan sacudiendo la cabeza con frecuencia o ladeándola hacia el lado que les duele y pueden variar según si la espiga roza el tímpano o no o si ésta se va envolviendo en cerumen o secreciones. De forma invariable, provocará una otitis, más aguda o más crónica, según el caso, pudiendo llegar a perforar el tímpano y provocar graves otitis medias que requieran cirugías muy agresivas.

Espigas en perros

¿Y si entra en un ojo?

Los perros tienen tres párpados en los ojos. El tercer párpado también se llama membrana nictitante. Puedes verla si presionas ligeramente el globo ocular de tu perro hacia dentro; verás cómo sube una “telita” desde el lagrimal. Debajo de este párpado, es la zona más frecuente donde se enclavan las espigas, aunque también puede estar en cualquier otra parte del ojo.

Dependiendo de si la espiga roza o no la córnea, puede tener el ojo más o menos cerrado, pero, normalmente, el ojo estará rojo, lloroso y, con frecuencia, los perros se frotan la cara con las manos.

Debes lavarlo con suero fisiológico o agua hervida, mejor con ayuda de una jeringa para que entre bien dentro del ojo, y separarle los párpados para intentar sacar la espiga con unas pinzas. En muchas ocasiones, es posible que no la veas. Eso no descarta que la tenga. Debes acudir a tu veterinario con urgencia puesto que puede provocar graves úlceras en la córnea e, incluso, atravesar la conjuntiva y alojarse en la parte posterior del ojo, provocando graves abscesos.

¿Qué ocurre si a mi perro le entra una espiga dentro de la nariz?

Notarás que estornuda mucho; en ocasiones echará gotas de sangre por un orificio nasal; también es frecuente que haga estornudos inversos, o sea, esfuerzos con la nariz para sorber hacia la garganta.

La parte interna de la nariz es como un laberinto. Es muy probable que la espiga quede atrapada en los cornetes nasales, provocando graves rinitis crónicas, incluso infecciones en el hueso.

En ocasiones, la espiga puede pasar toda la nariz y llegar a la tráquea. Esto provocará tos, pero la espiga nunca vuelve hacia atrás así que llegará a los pulmones y aquí, de momento, desaparecerán las molestias. Una mejoría muy engañosa puesto que acabará provocando graves infecciones en el pulmón. También puede atravesarlo, provocando la rotura del pulmón y graves infecciones en el espacio pleural (entre los pulmones y las costillas). Con los movimientos respiratorios puede avanzar hacia el diafragma y acabar clavándose en las vértebras lumbares.

Espigas en perros

Conclusiones:

Como ves, los daños que puede provocar una espiga son mucho más graves de lo que nos podemos imaginar.

Toma las siguientes precauciones:

  • No lleves a tu perro a sitios donde haya hierba seca.
  • Si no lo puedes evitar, revisa bien todo su pelaje, en especial los orificios naturales y los pliegues de la piel, y elimina todas las pajas o espigas que se le hayan podido quedar trabadas.
  • Si detectas sacudidas de cabeza, lagrimeo, estornudos, tos, lamido insistente en determinadas zonas de su cuerpo o cualquier otra conducta anormal, acude a tu veterinario e infórmale que ha estado expuesto a espigas.

Si tienes cualquier consulta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, desde la Clínica Veterinaria Pozoblanco, te resolveremos todas tus inquietudes.

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