
28 May Dermatitis atópica e inmunoterapia en perros
En el post anterior explicamos qué es la dermatitis atópica, cuáles son sus síntomas y cuáles son las bases de su tratamiento.
Antes de explicar en qué consiste la inmunoterapia o vacuna contra la alergia, queremos recordar que la principal causa del fracaso en el tratamiento de esta compleja enfermedad es olvidar que se trata de una enfermedad crónica y limitarse a tratar los brotes.
Es esencial que el tutor comprenda la importancia del tratamiento proactivo para reducir el número y la intensidad de las recaídas, que siempre las habrá.
La base es la alimentación, suplementación con ácidos grasos, control estricto de parásitos internos y externos y un correcto tratamiento tópico, a base de baños y lociones.
Cada paciente es distinto y el tratamiento se tiene que personalizar.

¿En qué consiste la inmunoterapia?
Una vez se ha llegado al diagnóstico clínico de dermatitis atópica en un paciente, deberíamos investigar cuáles son los alérgenos que desencadenan el brote, especialmente si las lesiones no son localizadas en determinadas partes del cuerpo o se presentan durante más de 6 meses al año.
La prueba ideal sería la intradermorreacción. Consiste en rasurar un costado del animal, dibujar una serie de puntos en la piel e inocular un alérgeno diferente en cada punto mediante inyección dentro de la dermis, de ahí su nombre. En uno de esos puntos se inocula agua de inyección, que actúa como control negativo, y en otro punto se inocula histamina, que actúa como control positivo. Comparando el tamaño de las ronchas que se forman en cada punto, se determina a qué alérgenos reacciona el sistema inmunitario del animal.
Estos resultados se correlacionan con la historia clínica y con el hábitat y costumbres del paciente.
Otra prueba más sencilla sería la determinación de Ig E en sangre. Las inmunoglobulinas E son uno de los mediadores de la reacción alérgica. En primer lugar, se mide si estas Ig E están altas o no y se clasifican en dos grandes grupos: alérgenos de interior, entre los que estarían los ácaros del polvo, y alérgenos de exterior, entre los que se encuentran los pólenes.
Con estos resultados, se seleccionan los alérgenos a los que el animal reacciona con mayor intensidad y se fabrica una vacuna exclusiva para él.

¿Hay algún por protocolo para la vacuna contra la alergia?
Existen diferentes protocolos, tanto inyectables como por vía oral. En cada caso, según el animal y las circunstancias de sus tutores, se elegirá el más adecuado para él.
En cualquier caso, el animal se va exponiendo a dosis crecientes del alérgeno al cual reacciona, para que su sistema inmunitario se vaya acostumbrando y reaccione de forma menos intensa. Se trata, pues, del único tratamiento que puede llegar a ser curativo.
Se estima que 1/3 de pacientes tendrá una respuesta excelente, 1/3 mejorará, pero necesitará tratamiento en algunos brotes y 1/3 de pacientes no responderá a la inmunoterapia.
Es por ello importante elegir bien al paciente y, sobre todo, realizarlo antes de que la enfermedad se haya cronificado, pues mejorará los resultados. No hay que olvidar que se trata de un tratamiento a largo plazo.
El tiempo de inducción es de unos 9 meses; la mejoría puede apreciarse a partir del tercer a quinto mes; habría que esperar un año para decidir que el tratamiento no es efectivo.
En caso de ser efectivo, se debería mantener 3-5 años, aunque esto habría que decidirlo de forma individual.

¿Cuáles son las ventajas de la inmunoterapia?
Resumiendo, las ventajas de la inmunoterapia son:
- Es el único tratamiento capaz de curar la enfermedad.
- Mejora la calidad de vida del paciente.
- Su eficacia no depende de los síntomas.
- Es un tratamiento cuyo coste es independiente del peso del animal.
- A largo plazo, la inmunoterapia es menos costosa que el tratamiento de los brotes.
- Es un tratamiento personalizado, adaptado a la estación.
- No tiene efectos adversos a largo plazo, como sí lo tienen los medicamentos.
- Su administración es cómoda.
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